Es verdad que he dejado abandonado el blog un par de semanas, y por ello pido disculpas a los posibles lectores habituales que me había ido ganando. Pero como bien sabíais, ha sido debido a mi viaje a Santiago: ese cambio de aires, ese plan para desconectar. Y entre esos elementos de los que desconectar, se encontraba el blog. Y es que realmente he pasado dos semanas que no han sido para nada habituales.
Han sido dos semanas que empezaron con la llegada a la estación de tren, tras casi 10 horas de viaje, y que Sus, Irene y «mi hermanita» Pati estuvieran allí esperándome con los brazos abiertos y una sonrisa en la cara. Han sido días de conversaciones absurdas en la Internacional, pero también alguna conversación más seria y trascendental, como en el Babel. Ha sido tiempo para aprovechar las fechas y poder celebrar el cumpleaños de Clariña. Días de juegos de mesa, con clásicos como el Colonos de Catán y descubriendo el Ciudadelas. También volviendo a las costumbres de unas partidillas al Mario Kart con Wences, Lucas, Colo y Fidel (eso si, yo con el nunchuck que sólo con volante soy un paquete). También hubo tiempo para disfrutar de las berenjenas con queso que nos hizo Kar un día para comer, y de la pasta que preparó Irene otro día en mi antiguo piso. Que por cierto, ese día las planes empezaron cerca de la 1 del mediodía yendo a comprar las cosas para cocinar, y acabó cerca de la 1 de la madrugada, cuando Virus y Pati se fueron después de cenar comida china y unas partidas al Ciudadelas: Doce horas seguidas haciendo cosas con mis amigos, hacía siglos que no me pasaba. Tocaba la inexcusable visita por las instalaciones de SantiagoTV para ver a Iria, Yisus, Cris, Loliña, Silvana, Sara… Y notar que algunas cosas siguen como siempre y otras han cambiado, por la inevitable crisis. Una tarde en la que también aproveché para quedar con Tranqui y que me diera su particular informe sobre el colegio: cada vez más decadente e irreconocible respecto al sitio que hace unos años fue mi hogar, una lástima… De andar de tapeo por el Abrente, el Tokio, el Montoto, el Central Perk, etc. y recordar porque apetece tanto salir de cañas por Santiago, aunque el tiempo no acompañe. Pasar por el Nido del Cuco y comprobar su enésimo cambio en la decoración. Ver algún partido del Obra y del Celta en la TVG. La inevitable sesión de cine con Seo… y con Judoka! Y como colofón, vivir la más divertida y internacional noche de San Patricio en mucho, mucho tiempo.
Seguro que aun me dejo alguna cosa en el tintero. Pero después de toda esta relación de sucesos que viví estas ultimas semanas, entenderéis por qué elegí volver a Santiago para desconectar por completo de mi aburrida rutina aquí. Y por qué estoy deseando volver en cuanto tenga ocasión. Un abrazo para todos, y hasta la próxima!
Las crónicas de Charlie 