Lo sé, hacía siglos que no escribía por aquí. Más de dos meses, de hecho. Pero es que me daba una pena increible el pasar por aquí y ver esto así, desolado, abandonado… Pero tampoco se me ocurre mucho que decir.
Esta época de exámenes transforma completamente la vida y a la gente que vaga por aquí en estos extraños días. Ahora mismo estoy en el aula de informática, con la apatía y modorra típicas de después de comer: A mi lado, Pumuky controla la grabación de los DVDs recopilatorios de todas las fotos que se hicieron durante este curso mientras nos deleita a la guitarra con piezas de Sarasate. Por otro lado, Irene juega al puzzle-bubble (buscando excusas para retrasar la hora de ponerse a estudiar, como todos) mientras Viriato, que acaba de llegar con una empanada del preguntoiro porque no bajo al turno de comida, habla con ella y observa como juega… Una estampa de lo más singular, no creeis? Pues resume un poco el ambiente que vivimos por aquí en estos definitivos días: apatía, matar el rato con cualquier cosa, ritmos de comida y sueño trastocados… Todo rodeado por un aura de sospechosa y preocupante tranquilidad, que nos hace estar alerta a pesar del relax momentáneo ante la inminente llegada del próximo examen. Después llegarán las prisas, los repasos express y los temas que no llegamos a mirar suficientemente bien; y nos encomendaremos a algún santo, a la suerte o a lo primero que se nos venga a la cabeza con tal de que nos permita salir airosos de tan embarazoso trance, y vuelta a empezar con el siguiente.
Y así es como se hacen estos días tan monótonos y aburridos, tan fugaces y tan interminables a la vez, o segun nuestro estado de ánimo. En la teoría el proceso puede resultar bastante sencillo y fácil de aplicar, pero luego estamos el club de la falta de voluntad, la vagancia y todos esos monstruos feos y horribles llamados vicios que nos arrastran a complicaciones inesperadas en este sistema. Y bueno, solo nos queda tirar para adelante con lo que seamos capaces de agarrar y plantar cara para hacerlo lo mejor que podamos, no?
En fin, pues para los pocos que aun teníais ganas suficientes como para pasar a mirar si había algo nuevo por aquí, este es vuestro pequeño premio por vuestra fidelidad, y de paso encomendaros a que os metais caña y trabajeis duro por los pocos compromisos estudiantiles que quedan, para poder luego disfrutar lo máximo posible del tan esperado verano. Ánimo y todos y un abrazo muy fuerte!