Negra sombra sobre Angrois

24 de junio, última hora de la tarde. La negra sombra de la muerte y la desgracia vino, con su podredumbre y su miseria, con su oscuridad, hasta los alrededores de Santiago de Compostela, hasta el pequeño pueblo de Angrois. Vino a bordo de un tren Alvia desde Madrid, junto a más de doscientas almas con variedad de procedencias y motivos por los que habían emprendido este viaje.
Llegó la víspera del día grande para los santiagueses en particular y para todos los gallegos (incluso los adoptivos como yo) en general, apenas un par de horas antes de los primeros actos del comienzo de las fiestas. En ese instante, tornó la negra sombra, al pie de nuestros cabezales, para hacer mofa y arrasar con todo el ambiente festivo que empezaba a impregnar las calles compostelanas.

Si cantan eres tu que cantas… Tu no, negra sombra, tu trataste de enmudecer a toda una ciudad, a toda Galicia, con el corte seco y asesino de tu guadaña. Pero, a los pocos instantes del desastre, se empezó a generar un murmullo que, ganando cada vez más fuerza, acabó transformándose en un canto de humanidad, de solidaridad, de esperanza. Un canto reflejado en los vecinos de Angrois, en las fuerzas de los diferentes cuerpos de seguridad que acudieron con gran rapidez, en decenas de personas que se movían entre los vagones destrozados, sacando a los heridos, ayudando en todo lo que podían. Reflejado en las colas de gente abarrotando los centros de salud para donar su sangre, abasteciendo en apenas unas horas las cantidades necesarias para ayudar a los heridos.

Si lloran, eres tu que lloras… Lloramos y lamentamos la perdida de 79 personas, el destrozo brutal ocasionado a tantas familias. Lloro por la desvergüenza de una carta de pésame hecha a base de «corta y pega» en nombre del gobierno central; porque a nadie con dos dedos de frente se le ocurrió leer los pocos párrafos que la conformaban y comprobar si había algún patinazo, demostrando una vez más la ineptitud y ruindad que campa a sus anchas en la cúpula de gobierno actual. Lloro por la falta de profesionalidad de los medios de comunicación, por el abandono de los principales canales nacionales para cubrir la noticia y poder informar a aquellos que podían interesarse porque algún conocido, amigo o familiar iba en ese tren… Especialmente sangrante en el caso de nuestro querida televisión publica nacional, que transcurridas más de dos horas desde el suceso, se limitaba a aguantar el chaparrón con imágenes de archivo de otro accidente ferroviario de años atrás, conjeturas y comentarios vagos e imprecisos. Solo TVG fue capaz de ofrecer una cobertura apropiada a las circunstancias, dejando en evidencia al resto de compañeros de esos grandes canales.

Para mí y en mí misma moras / ni me abandonarás nunca / negra sombra que me asombras… A todos los que vivimos más o menos cerca la tragedia, que nos afectó en mayor o menor medida por conocer a alguna o a varias de las víctimas del terrible accidente, no nos abandonará nunca tu recuerdo, negra sombra. Te presentaste entre nosotros al pie de esa curva lenta en Angrois, para dar un golpe frío y mortal a todos los que encontraste a tu paso. Y no debemos olvidar, debemos tener presente este triste recuerdo para reflexionar, para analizar. Para exigir responsabilidades y que se investigue hasta el fondo sobre las causas que llevaron a este desgraciado accidente (si algún día se llegan a esclarecer). Para tratar de mejorar, de evitar que se repita en el futuro. Para aprender y seguir adelante. Para ser capaces de sacar algo positivo de tanta desgracia.

Estas palabras van dedicadas con todo mi amor y mi respeto para las victimas del accidente de tren del 24 de julio en Angrois, a las puertas de Santiago de Compostela, mi segundo hogar. También para sus familiares y amigos, que vieron arrancada parte de sus vidas esa tarde-noche, aunque sea difícil que alguno de ellos llegue a leer esto. Mi apoyo y mi ánimo más sentido y sincero para todos ellos.

Pdta: Y que me perdone la gran Rosalía de Castro por la herejía de traducir sus versos al castellano. Ha sido solo por coherencia de idioma con el resto de la entrada, lo juro.